“Los relatos de Historias del Shilico, el escribidor y otros cuentos se desarrollan aparentemente de acuerdo a los códigos propios de la narrativa regionalista y costumbrista. La exposición de los incidentes que allí se presentan no tienen a primera vista otra intención que la de destacar lo curioso, lo jocoso, a veces lo insólito que nunca llega a ser asombroso o maravilloso. Pronto, sin embargo, se descubre que lo aparentemente gracioso y entretenido deviene atroz. En los más candidos sucesos de la vida cotidiana la naturaleza humana puede mostrar su faz agresiva, destructiva y perversa. Sin presentarse escenas de violencia excesiva ni incidentes explosivos, el terror aparece en cualquier momento. Estas son historias que por eso es posible leer a contrapelo y en conexión con la reciente narrativa que se viene publicando en el Perú…” (Santiago López Maguiña)