En las páginas de este fresco de nuestra época, pintadas en un estilo ameno y sencillo, encontramos facetas desconocidas u olvidadas de la vida de nuestros poblados mineros; episodios que la historia oficial ha callado y el autor con amoroso cuidado, ha rescatado. Desde el holocausto minero del siglo XVIII que dejó su nombre estampado en una añosa mina trágica, hasta la sencilla y tierna historia de amor juvenil entre dos debutantes en lides que dejan grandes recuerdo. (620)