Este libro reúne un conjunto de Historias vueltas a contar que están en la misma línea de Los Sonidos del Bronce (2003). Recordados libremente por el autor, los cuentos del pueblo recogidos en Tacna, su ciudad y alrededores, son recreados de manera permanente en su indetenible viaje de boca en boca, de padres a hijo, de abuelos a nietos, de nativos a forasteros en una larga cadena que comprende cuenteros, aprendices y curioso venidos sabe Dios de Donde, en la que se dan cita lugares distantes en el espacio y diversos en el tiempo. (220)