En estos cuentos, Lima es una presencia permanente, de modo que la selección se puede leer como un puñado de experiencias de iniciación a la vida urbana, en un momento decisivo en la formación de todo ser humano, como es el tránsito de la niñez a la adolescencia o de la adolescencia a la adultez y a pesar de tratarse de solo siete cuentos, su lectura trasciende lo presentado individualmente, en tanto que permite asomarse a algunos momentos importantes de la realidad de la segunda mitad del siglo veinte, a través de las particularmente sensibles conciencias de sus jóvenes protagonistas. El resultado final es un libro que comparte la amenidad de lo variado con la solidez de una estructura unitaria.