Bailarina y poeta radicada en Alemania, en el que destila poesía de vertiente erótica y amorosa. Desde el título, la poesía de Colchado se asoma a un ámbito colmado por texturas, sabores, aromas y sonidos. Su aproximación al deseo corporal se verifica a manera de susurros y de un continuo desvanecimiento de los pudores. La joven poeta conjuga la sugerencia erótica con un intenso mundo interior en el que intervienen arquetipos. La intención del poema no reside tanto en su versificación, sino en la creación de atmósferas. Este poemario viene acompañado por una serie de dibujos lineales a tinta con reminiscencias del arte chino y japonés, por la voluntad de perfección y técnica elemental y sutil. Prologa el poemario Carmen Ollé.