El autor analiza la evolución económica y financiera de la globalización y de la economía peruana frente a las transformación mundial entre los años 1950-2003. Junto con las nuevas dimensiones mundiales de las finanzas, del comercio y del flujo de información aparece un proceso que el autor desarrolla como una nueva concepción de "localización" en el espacio.
En un mundo cargado de incertidumbre y muchas veces vacío de sentido, en un tiempo en que muchos valores se han tornado efímeros e inestables, nada es tan necesario como recuperar la conciencia de la ética, entendida como una de las dimensiones irrenunciables de la condición humana. (450)