Esta obra presenta un realismo mágico donde la figura central es el imponente río Marañón, dotadote un animismo torrente que lega aun hasta la divinidad. La vida de los cholos del Marañón con su cosmovisión telúrica está determinada por el signo trágico de la voluntad de la naturaleza.
La sensibilidad de Lucas Vilca, el personaje narrador de la novela, nos lleva a descubrir la honda psicología de los hombres que aman y temen la figura de ese gran río. La vida de los lugareños y de todo aquel que se deje seducir por el alma mística y misteriosa de la tierra está en constante tensión con las fuerzas naturales. Lo que se expresa en que exalten las alegrías, sufran las penas y acepten -en medio de la pasión resignada- la muerte futura como irremisible final.