Es la historia de un amor que, a pesar de todas las atenuantes que puedan invocarse, es fundamentalmente un amor adúltero. Finalmente, este amor prevalece sobre las obligaciones matrimoniales, las intrigas y las separaciones. Por su carácter se sitúa, sin duda, entre la novela de aventuras y la nouvelle historique. La mayor parte de los sucesos narrados, cuyos protagonistas son Diana y Alonso de Salazar, transcurren en España, pero las aventuras más azarosas que deben afrontar los amantes se realizan en el Perú. El escenario elegido es el de una España -y su "prolongación" americana- cuya presencia sentimos no en los detalles pintorescos y descriptivos, sino más bien en una peculiar tensión emocional y en un particular clima social.
Puede decirse que la novela de Huet está a medio camino entre la literatura geográfica del Renacimiento, con las idealizaciones de las Casas, y las figuraciones de Marmontel en el siglo XVIII. Pero es también evidente, por otra parte, que Huet era perfectamente consciente de la resonancia dorada, legendaria, que el solo nombre del Perú y de los incas podía suscitar en el lector europeo de su tiempo.