La figura de Melgar es vital para la historia de nuestra literatura, pues inaugura un momento estético en el que el lirismo y el sentimiento se entrecruzan para expresar las vivencias del alma enamorada.
El fino oído poético de Melgar, cultivado y académico, supo relievar el valor artístico del yaraví, lamento andino hecho canción. De ese encuentro surge el yaraví melgariano, canto triste y desolado que restaña las cuitas de amor.
Con sus yaravíes, el poeta evoca el amor doliente que siente por Silvia, su musa inspiradora. La pasión no correspondida inspira en Melgar la emoción dulce y el reproche doliente en sus tonos más altos. Por ello los yaravíes, en la pluma de Melgar, conservan su música espontánea pero, por su virtuosismo, cobran verdadera trascendencia.
En este volumen donde se recogen las creaciones cultas y los yaravíes del mártir de la patria, se presentan las dos fuentes inspiradoras de su genial poesía: la plasticidad del verso clásico español y el sustrato de imágenes sentidas por donde fluye el alma andina.