Si existe un motivo concreto para que el fotógrafo Giannoni y el investigador San Cristóbal se hayan enfrascado en este enorme proyecto, no cabe duda de que es la asombrosa conservación de los legados arquitectónicos de la zona de Puno. Y es que, a diferencia de Lima o Arequipa, la ciudad altiplánica no ha sufrido terremotos ni otro tipo de desastres geográficos. Así, el recorrido por las páginas de este libro implica un viaje erudito e interesante, un registro minucioso de estilos y tendencias, pero también un periplo al interior de las idiosincrasias que levantaron esos edificios. ¿Cómo se adaptó el barroco al temperamento altiplánico?, ¿cuánto del mundo prehispánico fue absorbido por esta arquitectura eclesiástica? El padre Antonio San Cristóbal, quien ostenta amplia trayectoria en el tema y cuenta además con varias publicaciones -Esplendor del barroco en Ayacucho, Teoría sobre la historia de la arquitectura virreynal peruana, entre otras-, ofrece siete capítulos en los que se analiza la arquitectura de la zona no solo por estilos, sino también por áreas y épocas, poniendo de manifiesto, así, los sueños y los miedo que están aún detrás de esas iglesias y esos portales. (1430)