Los cuentos de Julián Pérez reunidos bajo el título de Diagnosis nos invitan a repensar sobre el devenir del hombre andino en la ciudad. Lejos de maniqueísmos y representaciones inexistentes, con un profundo sentido crítico de la realidad circundante, cada una de las historias de este inquietante libro desmontan los discursos identitarios y culturalistas del siglo XXI.

Algunos de sus personajes pertenecientes a los sectores populares aparecen atravesados por las fantasías y las opiniones de una sociedad animalizada, cuya instrumentalización de la cultura, la política y la educación se convierten en su leitmotiv. Un promotor social que alcanza el desarrollo personal traicionando a su comunidad, un joven inofensivo que termina convertido en un avezado paquetero, un carcamán obsesionado con los beneficios de la política y una comunidad que se resiste a los embates y las contradicciones de la pandemia son solo una muestra de los seres que habitan este universo ficcional de Julián Pérez.

No obstante, como mostrándonos el reverso de la vida, su carácter afirmativo, el libro de cuentos indaga en aquellos personajes que en pleno auge de la posmodernidad se rehúsan a desligarse de los ideales colectivos. Una muestra de ello son los relatos “Incendio”, “La impronta del alba”, “Amor, tierra difícil” y “Traición”, los cuales instituyen un espacio de resistencia que deben leerse bajo la luz de las novelas Retablo, Criba y Resto que no cesa de insistir.

Diagnosis es un texto irónico y mordaz, afectado por un lenguaje crapuloso, pero también con sorpresivos ribetes de poesía que, por momentos, nos recuerdan el magisterio de Juan Rulfo y Eleodoro Vargas Vicuña. Amancio Flores Muñoz