El componente mítico, mágico, abarca toda la novela. Ese submundo gorila, esas mujeres guerreras que aparecen como invencibles. Al realismo mágico le ha nacido una novelista peruana. 

Pero me quiero referir a un capítulo que me parece clave. Se llama “La Ciudad Dorada” haciendo recordar un mito colonial. Campos se ubica así en una cierta tradición romántica. En esto sigo la definición de romanticismo que da Michael Lowy. en el romanticismo hay esos dos elementos: una crítica, una protesta, un rechazo muchas veces profundo, rotundo, radical, visceral, de la civilización capitalista moderna. 

Pero en nombre de valores de un pasado real o imaginario, un pasado precapitalista. Ese es el sentido de la novela, una crítica cultural, moral, a una modernidad deshumanizada desde la religiosidad andina que ya otros antes (Arguedas, Mariátegui) habían realizado pero que ahora se viste de mujer para cuestionar no solo el afán de riqueza sino también el poder de género.