«En esta novela corta, galopante, de capítulos brevísimos (su vocación es la de ser un videotape hardcore) E?o acierta en lo que ya ha sabido mostrarnos en su obra anterior. Como un niño insensato que concentra rayos con una lente de aumento, el autor hace humear ante nuestros ojos el óxido social, pone al rojo la corrosión y el hollín que la ciudad viste y respira, y termina por derretir la vida humana hasta despojarla de dignidades. Esta vez, en lugar de dirigir su lupa a escenarios de su fantasía, la enfoca sobre un episodio reciente en el nítido Hades de lo peruano: algo que muchos aquí sospecharon de Alan García (y que algunos, a partir de hoy, sospecharán). Habrá quien ya conozca la hipótesis, pero los sorprenderá el truco; y también los mecanismos que urde E?o para invitarnos a remirar –con el ojo privilegiado del hotelucho, el desagüe y el descampado– la vida política de un país noir en el que ya no sobreviven políticas, sino apenas una caterva de acusados, imputados o cómplices». Enrique Prochazka