En los últimos años la revalorización de lo simbólico ha hecho de la cultura un área de creciente interés para estudiosos de diversas disciplinas. Antropólogos, filósofos, historiadores, sociólogos, críticos literarios, psicoanalistas, están tratando de responder a las mismas interrogantes: ¿Cómo así los fenómenos culturales (re)producen relaciones de poder? ¿Qué regímenes pulsionales ha instaurado la cultura en nuestros cuerpos? ¿En qué medida los individuos podemos reaccionar frente a las imposiciones que nos fundamentan?  Tratar de responder estas preguntas, desde un diálogo con nuestra realidad compleja e inacabada,  fue el reto que nos propusimos. Y en este libro ensayamos las respuestas desde una perspectiva post-disciplinaria que asumiendo la fractura de los sistemas filosóficos totalizadores continúa nutriéndose de ellos.