Detrás de todo poema hay un sostenido ejercicio de observación y cada texto de este libro no es la excepción. Por el contrario, se decanta desde el misterio de la creación, al entrever y reinterpretar el mundo, atendiendo distintas tradiciones poéticas, y echando mano a imágenes y metáforas que emergen de una intensa expresividad. En este segundo poemario de Miguel Cotrina el lector encontrará las rutas del azar, y el permanente intento por hallar la trascendencia desde las experiencias del amor, la pérdida y la contemplación. Estamos ante un libro de revelaciones —tan sagrado como profano— en el que cada palabra arriesga su mismo sentido en el derrotero de desnudar la naturaleza de la representación, pero, sobre todo, de hurgar en los lados invisibles de nuestras dudas y límites. Este libro que surca aguas y mareas, finalmente, nos propone un camino para reencontrar y acaso remontar memorias que delinean nuestra identidad desde una rueda no de la fortuna sino de cabillas.