Narrativa minera peruano-boliviana, constituye un significativo aporte a las letras latinoamericanas y un regio ejemplo de colaboración bilateral en torno a una de las literaturas más explosivas del continente americano, debido a que tanto el texto como el contexto destilan tragedias y esperanzas a través de los pulmones de los mineros peruanos y bolivianos.

Los compiladores, Roberto Rosario (Lima, 1948) y Víctor Montoya (La Paz, 1958), reconocidos escritores de cuentos y novelas de ambiente minero, conjugan esfuerzos para elaborar un libro compartido, con el único propósito de registrar en sus páginas la mejor producción narrativa de dos países esencialmente mineros.