Esta obra es un ensayo biográfico sobre quien es considerado como el maestro de la generación que forjó la independencia de nuestro país, por su condición de rector del Real Convictorio de San Carlos, el principal centro de educación superior de Lima, durante más de treinta años.

Toribio Rodríguez de Mendoza nació en Chachapoyas en 1750, y estudió en los seminarios de San Carlos y San Marcelo de Trujillo y Santo Toribio en Lima, Rodríguez de Mendoza se ordenó de sacerdote y se recibió de abogado, pero su verdadera vocación fue la de educador. Como rector del Convictorio Carolino (1786-1817), fue uno de los principales difusores del pensamiento ilustrado en el país. Impulsó reformas educativas de gran trascendencia, que se truncaron por el desinterés del gobierno virreinal. Integró, además, la Sociedad de Amantes del País, que editó el Mercurio Peruano; firmó la declaración de la Independencia, y fue miembro de la Sociedad Patriótica de Lima.

Como integrante del primer Congreso peruano, instalado en 1822, Rodríguez de Mendoza formó parte de la Comisión de Constitución encargada de elaborar nuestra primera carta magna en 1823. Falleció en 1825 a los 75 años, cuando ostentaba el cargo de rector de la Universidad de San Marcos y gozaba del respeto de sus contemporáneos.