De acuerdo a Paul E. Maquet, prologuista de este libro: "Poder y autoestima. Estas dos palabras son centrales en el texto de Rafael Mora que el lector tiene en sus manos. Este libro vuelve a poner sobre la mesa las razones profundas para una reivindicación del quechua como parte de la identidad peruana, pero además plantea la necesidad de emprender esa tarea de manera seria y sistemática, más allá de la euforia de los discursos políticos". Se trata de un libro reivindicativo, cuestionador, que interpela la esencia de nuestra propia identidad peruana y que nos genera una gran pregunta: ¿el quechua es símbolo del pasado o del futuro del Perú como país?