Persona
S/. 70.00
Detalles
Autor:
José Carlos Agüero
Editorial(es): Fondo de Cultura Económica
Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2017
Número de páginas: 194
ISBN: 978997266398
Formato: 25.0 x 17.0
Editorial(es): Fondo de Cultura Económica
Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2017
Número de páginas: 194
ISBN: 978997266398
Formato: 25.0 x 17.0
Reseña
A partir de una escritura fragmentaria –signada por la rapidez y brevedad de la nota reflexiva y la intensidad de las imágenes que definen la economía del verso poético– y un relato gráfico próximo a la estética del bricoleur, aborda la conflictiva relación entre memoria y violencia y las limitaciones de sus marcos de enunciación: la comunidad, las instituciones del Estado, el relato familiar, la moral revolucionaria (el martirologio senderista) y la operación representacional del arte.
Otro tema central abordado en el libro es la instrumentalización de la idea de “resto”, en tanto fragmento portador de una potencia narrativa que reclama un lugar testimonial para nombrar los cuerpos cuando han sido arrasados. A diferencia de lo planteado en su libro Los rendidos. Sobre el don de perdonar donde se buscaba que los sujetos regresaran a poblar nuestras pesadillas (la subjetividad posconflicto interno), en cierto modo rescatar a un sujeto con el que medirnos como un otro más allá del horizonte del mal, de lo que se trata en Persona, según el autor, es de una “evasión, una mentira, una convención sobre el yo que nos permite sobrevivir al horror”, que consiste en negar “colectivamente una evidencia cruel: una enorme cantidad de nosotros no logramos conservarnos como sujetos un tiempo mínimo para fundar una historia o una experiencia que pueda ser transmitida o heredada”. En Persona, en definitiva, “el cuerpo, el cuerpo mínimo para ser cuerpo, no resiste. Es destruido sistemáticamente. No tiene orden natural, extensión ni permanencia. Los sujetos se deshacen. Asustados, cobardes, cogemos sus huellas, sus reflejos, sus vestigios, sus despojos. O cuando no hay nada, cuando todo se ha diluido, los inventamos, y con estos desperdicios animamos el mundo, lo habitamos de estas criaturas, de estas sombras, para no reconocer la necrópolis que compartimos”.