Divina metalengua que pronuncio: 16 poetas transbarrocos es la flamante entrega del reconocido poeta y filósofo Rubén Quiroz Ávila. Se trata de un libro innovador, donde además de reunirse a estos dieciséis poetas, se propone una mirada fresca hacia la poesía conocida como “neo­barroca”, una tendencia que surgió en Cuba a mediados del siglo XX con la obra de José Lezama Lima y Severo Sarduy. Luego la retomó el argentino Néstor Perlongher y finalmente tuvo su consa­gración internacional con la antología Medusario en 1996. Básicamente, el neobarroco reaccionaba a los excesos del conversacionalismo que ha­bía imperado en la poesía en español en la segunda mitad del siglo XX.

Sin embargo, desde el XVII han existido muestras y obras barrocas en la literatura perua­na. Por lo tanto, el prefijo “neo” (como el neobarroco cubano o argentino) no tiene mayor sentido en nuestro país. Por eso Quiroz en su introduc­ción nos explica los casos de ciertos poetas que presentan esta vena transbarroca en la poesía peruana desde fines del siglo XX hasta nuestros días. Básicamente, se trata del reconocimiento de una larga tradición que tiene en las últimas décadas sus genui­nos representantes en el Perú.