Extrañas muertes se suceden al interior de la catedral de Notre Dame, en una ejecutoria cruel y sanguinaria que llena de misterio, y de espanto, los ojos de quienes descubren los cadáveres, y pone en alerta a la policía francesa, que, encabezada por el oficial Paul Godefroy, habrá de escudriñar en las pruebas para encontrar el motivo de los crímenes, así como intentar la captura del autor de tan horrendas matanzas. Siguiendo un ritmo trepidante, en el que las víctimas van cayendo sin poder defenderse dentro del pozo helado de una muerte violenta, la presente novela teje una bien llevada telaraña en la que el hilo policial se pierde por momentos en vanas conjeturas, en meras sospechas que, finalmente, tendrán consecuencias funestas, en medio de las cuales el indescifrable asesino se escabulle entre las sombras para continuar matando.