Poesía apasionada, a veces ágil; poesía subjetiva y al mismo tiempo de cosmovisión cultural contemporánea. Más tarde ella se desnuda en su emotividad, nos arrastra por sus sueños, por sus paradógicos decires, y al ahondar más en su intimidad poética encontramos que en lo más radical de su subjetividad hay un áspero desgaste existencial que da un desgarrado sentir en su poesía cuando es intensamente vivida: ..."qué tarde redescubrimos la carne/ qué pronto se nos hace tarde/ qué inmersas en nuestras propias aguas/ qué turbias/ qué sórdidas las noches si soñamos/ qué apáticos los días si no lo hacemos/... cuántos gerundios se desbordan de tus manos/ cuántos futuros perfectos de las mías/ ... entre la locura la exaltación el río el precipicio/ donde nada es suficiente donde todo es posible/.

El Ojo Amurallado es poética femenina -intensamente vivida- plena de paradójicos estados de ánimo que la textura del lenguaje creado por ella, nos ofrece un original y valioso horizonte lírico.