Cuando vienen de cumplirse 40 años desde que el gran artista retablista Joaquín López Antay fue, tras intensas y apasionadas polémicas, galardonado con el Premio Nacional de Cultura en 1975, el Museo de Arte de San Marcos se enorgullece en inaugurar una exposición permanente con un importante número de piezas de su significativa colección de arte popular, formada principalmente por las generosas donaciones de las hermanas Alicia y Celia Bustamante y del historiador Pablo Macera. De esta manera, queremos dejar muy en claro que seguimos los principios guías de la UNESCO sobre “la igual dignidad de todas las culturas” y compartimos totalmente los certeros criterios de quienes rechazan la perniciosa división entre arte “culto” y arte “popular”. Para nosotros, en efecto, los artistas creadores, cuando son auténticos, merecen la misma admiración y consideración, sin distinciones que, la mayoría de las veces, responden a dos de las grandes taras que enfrenta y sufre nuestra sociedad: la exclusión y el racismo.