La evolución y el florecimiento del Imperio del Tahuantinsuyo-, la civilización más importante de América precolombina-, son dos aspectos estrechamente vinculados a la producción y aplicación de un conjunto de leyes dictadas por el Estado Inca a fin de gobernar el vasto territorio conquistado y que habitaban una multiplicidad de culturas, etnias y señoríos. La sumatoria de estas leyes dictadas a través del tiempo por los gobernantes cusqueños, estructuraron el Derecho Inca, el cual, además de contemplar una minuciosa tipología de los delitos y penalidades, implementó un sistema judicial encargado de supervisar el cumplimiento de dichas normas en todo el reino.
El Derecho Inca, además de configurar una notable creación jurídica de la América prehispánica, constituye un importante legado cultural que busca difundir, de manera objetiva y didáctica, superando clisés, ideologías excluyentes y los obstáculos que impone el relativismo cultural. (1270)