Editorial(es): Estruendomudo
Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2016
Número de páginas: 192
Ella tomó nota de la matrícula del auto antes de prestar auxilio a la pareja que yacía sobre el asfalto. Si bien ella decía “tomar nota”, en realidad se refería a una fotografía que alcanzó a hacer con la cámara integrada a su teléfono celular antes de que el auto desapareciera al doblar una calle. Y también tuvo que aclarar ante las autoridades el porqué de las otras fotografías de la pareja herida. Es un registro visual, precisó. Y lo tuvo que repetir puesto que no era del todo convincente la objetividad que pretendía dar a la imagen del sangrante seno derecho de la mujer, sumado a la otra en la que la postura era poco menos que inverosímil, cercana a la ridiculez que suelen adoptar los cuerpos en accidentes como estos. Todo lo dicho resultaba inadmisible para la policía. Mostraron hasta repulsión en el interrogatorio. Tanto que nadie se atrevió a preguntar por el sentido de la otra fotografía, la del hombre; bueno, la de sus testículos mutilados, que ya de por sí costaba entender tal pérdida. A lo sumo se miraban extrañados entre ellos, mientras esta mujer que se identificaba como artista plástica, insistía en referirse a la escena del accidente como una composición.