Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2006
Número de páginas: 43
Formato: 20.5 x 13.0 cm
Un buen libro de poesía siempre hnde sus raíces en el misterio. Con este percibe las situaciones más cotidianas y gracias a él siembra al mundo de mitos y belleza primitiva. Es una condición esencial que tiene sus raíces en cada verso, que se nutre no sólo de del sentido de las palabras sino también de la melodía y su cadencia. Al respecto, parece claro que escribir poemas es un trabajo apasionado de composición donde cada artista presta de sí mismo la memoria de su sosiego, de su frenesí, de sus alegrías y tristezas, como si fueran un tributo al mismo tiempo mortal y sagrado. De esta forma el poema resulta ser la impalpable sombra de nuestra condición humana. Este libro de Erika Almenara es un ejemplo de ello. Cada uno de sus versos nos deja una serena nostalgia y la misteriosa lucidez frente al dolor de la voz poética. Y sus imágenes no tienen historia, o, para ser quizás menos imprecisos, tienen la historia que le corresponde a la vida misma porque nos parecen necesarios.