Los cuentos de Julián Rodríguez desarrollan temas recurrentes propios de la época que nos ha tocado vivir; circunstancia que caracteriza sobre todo a la última generación de narradores. En El temerario el lector descubrirá el inquietante recorrido que arriesgan los aparentes demonios del autor: marcas temáticas y anímicas de la infancia, denuncias ante el agravio humano y ciertas leyendas populares sustentadas en lo sobrenatural; todo ello revelado por una suerte de estilo confesional que refuerza la verosimilitud de sus historias.