El teatro -arte popular por excelencia- no ha sido ajeno a la inquietud creadora de Valcárcel. El amanecer latente (inédito, 1959) es su primer intento. En este drama de tres actos,  Valcárcel ha colocado bajo la luz y la sombra del gran teatro del mundo, sobre las tablas de la ley del pueblo, a un puñado de hombres simples, que se levantan y caen, y se levantan, una y mil veces, como telones de terciopelo sobre un fondo de heroísmo. Es una obra de ficción enmarcada dentro de un riguroso cuadro histórico, no obstante, todo el ambiente social, los hechos narrados, la peripecia militar, los nombres y datos geográficos, las circunstancias y la forma en que se produjo la muerte de Túpac Amaru, etc., corresponden, con fidelidad, a la verdad histórica.