La obra de Abraham Valdelomar es como su vida, breve e intensa. Curiosamente, a pesar de su brevedad, sólo en una parte de la obra se advierte la influencia de otros escritores, en el resto, la personalidad del autor es tan fuerte que impregna todo lo que escribe, en una mezcla impresionante de ternura, cinismo, ironía y dramaticidad. Los dos tomos reunen su obra completa, en la que confluyen los  los diversos géneros literarios: poesía, cuento, novela, ensayo, discurso, teatro, epistolar y la crónica. La edición y el prólogo estuvo a cargo de Luis Alberto Sánchez. Se incluyen fotografías e ilustraciones realizadas por el propio Valdelomar en su etapa inicial.