Todas las cosas deben pasar cuenta las aventuras de Gabriel Lacar, un joven limeño no solo con grandes sueños, sino también con muchas penas, un joven que intenta reconciliar su pasado con el presente y que al final encuentra aquello que estaba buscando; esto le dará el ánimo para continuar con su interesante vida. La descripción de los personajes, el ambiente, la ciudad donde se desarrolla la historia, los barrios, las playas, las series de televisión, la música y muchos elementos más hacen que esta novela se desarrolle como una película escrita: cada letra, cada frase, se convierte inmediatamente en una imagen llena de color y movimiento, no solo para los limeños que se pueden situar dentro del contexto de la ciudad, sino también para quienes no son o no conocen Lima.