La Ley 9614 destinada al fomento de la cultura estableció para el caso en que se declarasen desiertos algunos de los premios, que el monto correspondiente podía aplicarse a la “publicación, difusión o perpetuación de las obras dignas de estímulo”. Sobre esta base, se determinó que los fondos provenientes del Premio Inca Garcilaso, que no fue adjudicado, se empleasen en publicar en 1944, estas tres obras de gran factura poética: Urpi de Mario Florián, Puna de Luis de Rodrigo y Charango de Luis Nieto, al ser consideradas de gran importancia y valor artístico, cuya calidad lírica de fuerte inspiración vernacular “son un índice vigoroso y optimista del porvenir de la nueva poesía peruana, que muestra con gallardía y estilo vinculación con nuestra noble tradición poética”. Rica ofrenda de poesía peruana.