Víctor Pasco asume su rol creativo con la exaltación de un poseso, con la libertad que le conceden las ganas  de decir lo que es irremediable, lo que ya no tiene forma de quedarse en sus sentidos y lucha y lucha por salir. Este poema de largo aliento es un striptease en medio de la calle, donde lo importante es el impulso de la palabra mudándose del desplegué sexual para anidad en la demanda social, donde es capital dejarse catapultar por los trastornos personales para intentar aterrizar en la definición emociona, (Ricardo Ayllón)