“En distintos pasajes de sus obras, Hegel considera a las Américas como un continente inmaduro, impotente o genéricamente “inferior” al Viejo Mundo. Los exégetas, sin excluir un Croce y un Ortega y Gasset, al comentar dichos pasajes, han visto en ellos una característica deformación de la mentalidad hegeliana, un típico rasgo de su esfuerzo por reducir al esquema de las tríadas  la infinita variedad del mundo. Pero, en realidad la tesis ha sido adoptada, y no inventada, por Hegel. Y en su breve historia ha reflejado tendencias tan diversas, que acaso, no sea del todo ocioso estudiar sus vicisitudes. Los apuntes que siguen solo aspiran a esbozarlas sumariamente...” (200)