Esta obra se ha confeccionado a base de la fuente folklórica “Los Avelinos” (música y baile propios del pueblo de san Jerónimo de Tunán), y, a base de las fuentes históricas peruanas y chilenas. Confesamos de que no somos eruditos ni especialistas en la ciencia histórica no en el arte teatral; solo nos ha movido para producir la presente, el deseo de hacer algo por nuestra patria; por eso pedimos anteladamente disculpas por las deficiencias que notaren en este trabajo y dejamos a salvo la autoridad que tienen los historiadores y dramaturgos en este ámbito. Y finalmente, queremos hacer resaltar también ese espíritu de entusiasmo, trabajo y disciplina que caracteriza a la juventud concepcionina, digna heredera de las glorias de sus antepasados, que gracias a sus virtudes se ha podido culminar esta obra. En estas páginas expresamos, una vez más, nuestros cálidos aplausos, y nuestra seguridad de que ellos serán los forjadores de la grandeza del Perú. (78)