La novela breve Los provincianos del escritor peruano Daniel Alarcón narra la visita de un padre y su hijo- un aspirante a actor y empleado de un negocio de fotocopias- al pueblo costeño de donde proviene la familia. Un familiar cercano acaba de morir, y ellos deben encargarse de la casa del difunto y realizar otros trámites relacionados con este hecho. Este reencuentro con la tierra original tiene su momento cumbre en la conversación que, entre cervezas y recuerdos, sostienen estos dos personajes con gente del pueblo que pareciera haber emergido directamente del pasado. Lo más interesante del relato, en mi opinión, es la idea  de fondo que sostiene Alarcón: la vida es un teatro; la vida es una actuación. Sobre esta armazón, se esbozan temas como el desarraigo, el viaje, la identidad, la distancia entre generaciones, el estancamiento. Prescindiendo de coordenadas precisas, con un lenguaje económico y ágil que permite leer la historia de un tirón, Los provincianos es un sucinto acercamiento a un tema doloroso, que involucra sentimientos encontrados: el irreversible legado de nuestros familiares en nosotros. (Giovanni Anticona)