El libro revela por vez primera, en un excepcional relato, la secuencia precisa de los hechos vividos desde el interior de la embajada y el comportamiento de los jefes del comando terrorista Néstor Cerpa, el «Árabe», «Tito» y Salvador, y de estos con los rehenes.
Describe las relaciones entre los cautivos de diversas nacionalidades, profesiones, hábitos y temperamentos. Precisa con cotidianos detalles la forma en la que los rehenes, prontamente, alcanzaron un alto grado de compenetración y solidaridad. Eso hizo posible la planificación de algún intento fallido de fuga y fue factor clave para que el almirante Giampietri formarse un grupo secreto de rehenes que llegó a recabar valiosa y detallada información sobre la personalidad y la rutina de los secuestradores. Esta información salió al exterior, principalmente, por medio de un trasmisor instalado en la funda de una guitarra enviada por la esposa del almirante y fue decisiva aun en el momento mismo de la incursión, por los túneles, de los 140 comandos del Ejército y de la Marina.