Un libro de poesía es lo más cercano al sueño de una persona que ha conseguido atizar su propio horno con un relámpago. Acuñar una metáfora no es lo mismo que acuñar una moneda. Para la moneda antigua existe la numismática; para la poesía que se desprende de lo etéreo a lo irreal, es sólo una ilusión sin pertenencia. Este efecto, para el poeta, es suficiente; para un economista: una locura. La poesía es un arte puro e innegable que pertenece a la humanidad desde hace más de tres mil años, y con ella a diario conquistamos lugares plenos de sueños, dolor y esperanza. Memoria del Yo Habitante es un viaje por un territorio de amor que el poeta conquista con un arma maravillosa: su propia voz. (Esteban Quiroz Cisneros)