El autor ofrece al público una versión particular pero real de lo que significa vivir en el Perú. A través de un hilo conductor que es el de su propia memoria personal –iniciada durante el autodenominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas– Yunis Herrera discurre por una aventura vivencial que puede ser la de cualquier peruano, pero que en su caso resulta excepcional debido a la vehemencia y pasión de su conciencia política, ciudadana y militar.
Desde su adolescencia, el autor ha servido a la patria en los fueros castrense y policial, una experiencia que lo hizo vivir de cerca más de un episodio del manejo político nacional, y sufrir en carne propia la encrucijada de continuar obedeciendo o no disposiciones contrarias a la salud ciudadana o a su propia conciencia. Con este importante precedente, Yunis Herrera tiene autoridad suficiente para referirse a los vicios que deterioran los fundamentos de nuestra nación. Por eso estas páginas resultan confrontacionales y duras; no nos hablan acerca de lo bello que es el Perú, sino que denuncian las contradicciones sociales, la podredumbre política y las incertidumbres del peruano en su propio país.
La complicidad del silencio es la palabra de un detective en retiro, de un ciudadano del mundo, pero, también, de un cristiano lleno de esperanza que nos envía un mensaje de alerta y nos anima a gritar que el Perú aún puede salvarse de sus propias tragedias.