La idea de que vivimos en una democracia siempre en crisis aparece en nuestro país como un dato de la realidad. Por lo tanto, si la crisis es una suerte de condición natural de la democracia que pareciera ser permanente en América Latina, la pregunta es qué hay que hacer para salir de esta situación. Una respuesta es evitar responsabilizar a la democracia de sus males y de sus limitaciones; otra es vincular democracia con política y economía, con el fin de intentar, no sólo una crítica democrática de la propia democracia, sino también de la propia política y la economía.
Este libro busca responder a estos y a otros problemas e interrogantes. En particular, a lo que se llama en el texto la década autoritaria, es decir la del fujimorismo, pero también a los procesos posteriores que se desencadenaron luego de su caída y que no han logrado consolidar ni un régimen ni una sociedad democráticos. (440)