“Su poesía no tiene nexos visibles con la verbosidad de Walt Witman o Pablo Neruda o la de José Santos Chocano, pero tiene, sí, la gracia femenina y el coraje que fueron propios de Emily Dickinsin, y tiene, como no podía ser de otra manera, la marca de lo peruano y provinciano, esa manera de ver el mundo propia de las gentes de las comarcas como Paita que entregan la experiencia de conocer el mar a través de los ojos de la gente sencilla. […] Poesía suave la suya, que sabe decir las verdades más amargas con las mejores palabras dichas en el momento justo. Poesía para disfrutar y poesía para meditar. (Marco Martos) 210