El tema de estudio de este libro es de suma actualidad, pues nunca fue tan importante como ahora en el Perú la desproporción entre el número de habitantes del campo y el de los centros urbanos. Esta desproporción ha ido ensanchándose hasta la última década del siglo pasado por la falta de seguridad en el campo, a causa del círculo vicioso subversión-represión, y también por la escasez de comodidades en muchas regiones aisladas del país.
En este contexto, el rol que juega la ficción resulta de interés para conocer cómo esta realidad cambiante es asimilada por la narrativa de los siglos XX y XXI. (220)