Por Julio Escalante Rojas
El Comercio, Lima 08/07/07
http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-07-08/ImEcMiNegocio0751035.html
Entrevista a Álvaro Lasso
La pasión por la chamba de editar un libro no se compara con los problemas que luego pueda traer
Álvaro Lasso nació en un país que ya no existe. Y no es un cuento que le contaron de niño. La casualidad quiso que su madre diera a luz en la Unión Soviética. Pero la casualidad no hizo que este peruano escriba poesía, que forme una editorial y que todavía no termine la universidad. Todo es parte de una historia que él continúa escribiendo.
¿Cuándo ingresaste a la universidad, publicar no era tu meta?
Nunca fue una meta. Estudié Literatura porque me gusta leer, pero en la carrera no hay cursos de administración ni te enseñan cómo hacer una editorial. He aprendido preguntando y tropezando. En el 2003 la Universidad Católica vivía un espacio muy creativo, había poetas y narradores que sacaban revistas. Yo quería hacer algo distinto. Entonces saqué un periódico de poesía que se llamaba "Odumodneurtse" (Estruendomudo al revés, palabra de un poema de Vallejo). Era algo que no había aquí pero sí en México y Argentina. Yo tenía 21 años, no sabía en qué me estaba metiendo.
¿Y qué hiciste?
Invité a participar a gente de diversos grupos literarios y la idea gustó. A partir de esa pequeña credibilidad decido arrancar con la editorial en julio del 2004. La idea era publicar a autores jóvenes, gente cercana, amigos de la Católica como Luis Hernán Castañeda, que hoy es una de las promesas literarias más importantes. Su libro "Casa de Islandia" fue el primero que lanzamos y ya hace mucho que está agotado.
¿Cuál fue el tiraje?
Sacamos 500 y luego 500 más. Invertimos unos mil dólares. Hicimos una chancha común para conseguir el dinero. Al principio regalé libros a todo el mundo, profesores y periodistas, para que nos conozcan.
Sé que comenzaste la editorial en tu casa
Empezamos de cero, sin un sol. Con el apoyo de mi abuela, mi mamá, las novias de los escritores. Comenzamos sin nada y ahora tenemos algo: deudas.
Y al editar estos primeros libros sabías cómo funcionaba el negocio
Hemos aprendido a la mala. Hubo librerías a las que fue difícil entrar. Las imprentas sí son muy receptivas, porque generalmente las que imprimen libros ganan prestigio. Yo aprendí mucho en las imprentas del Centro de Lima, de Camaná y Caylloma. Claro que al principio me han estafado, me han puesto precios más altos.
Por imprimir poco, en cuanto a costos, corres con una desventaja frente a las grandes editoriales
Exacto. El inicio fue muy duro por eso. Pero ya en narrativa vamos con 16 libros publicados y en poesía 15, que siempre es a pérdida, pero lo hacemos con cariño. Solo 200, 300 ejemplares. En narrativa sí estamos haciendo el esfuerzo para que se convierta en un negocio. Una de las claves de la sobrevivencia de una editorial es el márketing y por eso reforzamos mucho la imagen de Estruendomudo. Participamos en ferias internacionales y eso me ha dado la oportunidad de formarme, porque en las ferias no voy a ganar dinero, voy a aprender.
Aquí nadie te enseña
No te enseñan. En la universidad los profesores prefieren --y no está mal-- que los alumnos sean investigadores. Pero yo soy una oveja negra en la facultad. Estoy abriendo el camino solo. El editor joven tiene que formarse en la calle, en los encuentros internacionales, pero también conocer cómo se mueve la economía en el país, cómo funciona el consumo. Lo que le falta a las editoriales jóvenes es estrategia para llegar a más lectores. Nos leen universitarios sobre todo, pero en general la pequeñísima clase media que existe, la que no solo puede comprar libros, sino un libro de un autor desconocido de una editorial independiente peruana.
Querer publicar en un país donde se lee muy poco es un acto de mucha ingenuidad
Muchísima. Pero el gran paso que hemos dado es que la gente no solo busque al autor sino a la editorial. En las librerías nos comentan que muchos preguntan qué de nuevo ha sacado Estruendomudo. Eso nos da seguridad para dar pasos más agresivos. Ahora lanzamos libros de 2.000 mil ejemplares y también publicamos traducciones. La idea es demostrar que Lima puede ser una capital editorial como Buenos Aires, Bogotá o México D.F. A lo que yo apunto es a demostrar que las librerías no son el único canal para vender. Por eso las ferias son importantes, porque vendemos directamente. El otro gran mercado, gigantesco, son los colegios.
¿Cómo entrar a los colegios?
El Plan Lector Nacional por el cual un niño debe leer un libro al mes, obliga a las editoriales a plantearse el reto. Con el crecimiento de los conos, las editoriales saben que tienen un mercado muy grande que está desatendido. Igual ocurre en provincias donde los libros no llegan o llegan de manera muy escasa. Los niños necesitan libros. A fin de año lanzaremos Crayón, una nueva editorial de libros infantiles ilustrados.
¿Cómo eliges a quién publicar?
Se ha combinado la casualidad con una estrategia editorial. Nos llega una propuesta de libro semanalmente, pero somos muy cautos: aprendimos a decir que no. Pero seguimos buscando nuevos talentos lo cual es muy difícil, pues al ser muy exigente puedes matar un montón de libros.
¿Cuánto te cuesta publicar un libro ahora?
En promedio 2.000 dólares. Pero solo por la impresión, hay otros gastos aparte: correctores de estilo, diseñadores, diagramador. Nos hace falta un contador y ese tema aún nos causa problemas
¿Quién se encarga de ese tema?
Entre todos. Somos 7 en la editorial pero todavía sufrimos mucho. Una cosa es imprimir libros y otra ser una editorial. Ya van cuatro años sin recibir un sueldo, y no es un juego porque implica un gasto fuerte. Entonces ahora el objetivo es trabajar proyectos más ambiciosos que nos permitan subsistir. Estruendomudo es una fuente de trabajo, pero la meta de este año es ganar nuestros sueldos.
Han crecido muy rápido.
Sí. Se nos ha ido de las manos en muchos sentidos y momentos
¿Y te has asustado?
Uff - hemos estado aterrados por deudas inmanejables, pero mucha gente ha podido ayudarnos. Yo he metido la cabeza en la boca del león muchas veces, más de cinco, y hasta ahorita sigo vivo.
¿A qué le llama meter la cabeza en la boca del león?
Nos hemos metido en deudas por ediciones que finalmente no han cubierto los costos y hemos tenido que cubrir esas deudas con más proyectos. Ese ha sido un sacrificio muy fuerte, pero la pasión por la chamba de editar un libro no se compara con los problemas que luego pueda traer. Pero los superamos y esa es una habilidad que el peruano domina más que cualquiera. El mexicano tiene apoyo del gobierno, el argentino tiene un mercado de lectores enorme. Nosotros no tenemos ni apoyo ni mercado grande y así hemos aprendido a sobrevivir.
Nombre: Álvaro Lasso
Edad: 24 años
Cargo: Director editorial
Organización: Estruendomudo encabeza a las editoriales jóvenes peruanas. Ha participado en ferias de libros de Santiago y Guadalajara y este año estará en Barcelona y Fráncfort.