Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 26/06/09
http://www.larepublica.pe/cultural/26/06/2009/quotlo-etico-si-pero-desde-la-ficcionquot
Víctor Andrés Ponce sobre su novela Las muertes de Emilio. Su libro fabula la violencia y la corrupción de nuestro país en los años noventa.
El curso y destino de la vida de tres escolares del colegio Guadalupe –uno se hace militar, el otro senderista y el tercero periodista–le sirven de pretexto a Víctor Andrés Ponce para narrar en Las muertes de Emilio (Ed. Norma) el grado de violencia y corrupción que asoló el Perú en los años 90.
La novela intenta ilustrar que la violencia política de esos años no solo afecto la sociedad como entidad colectiva, sino también comprometió la amistad y los afectos, hasta convertirlos en una suerte de ríos enfrentados. Emilio Peralta, el periodista, ingresa a trabajar en El Excelsior, periódico que vende su línea editorial al montesinismo.
Testimonial
-¿El Guadalupe como un émulo del Colegio Leoncio Prado de La ciudad y los perros? ¿Como muestreo de la reciente violencia en nuestro país?
-La ciudad y los perros siempre va a ser una novela inspiradora. Ahora que me lo dices, no fue tan consciente. Lo que sucede es que esta novela tiene rasgos autobiográficos en el sentido de que conozco el Guadalupe porque estudié allí, soy sanmarquino y también trabajé en un diario de derecha en los años 90. Entonces en esta novela algo tiene que haber de mí.
-En De amor y de guerra, tu anterior libro, el lenguaje hilaba bien con el tema. No se aprecia lo mismo en esta.
-En De amor... hay un lenguaje coral, un asalto de la oralidad. La oralidad era el mejor recurso para narrarla, pero en este caso, Las muertes de Emilio, estamos hablando de una novela urbana, cuyos personajes son estudiantes, intelectuales y periodistas, que usan otro lenguaje. El desafío era otro.
-En esta novela, sospecho, por el tema, intentas intelectualizar el lenguaje y de allí su resquebrajamiento.
-No lo sé. Hay algunas escenas de corte intelectual, incluso discursos de metaliteratura. Podría ser eso.
-A mí me parece que el tema le gana al lenguaje.
-Te refieres en el sentido de que el lenguaje es más directo…
-No, en el sentido de que el lenguaje, la escritura, a veces no recrea con mayor atmósfera el perfil de los personajes.
-No creo tanto sea así. Yo me siento contento con ella.
Ética y ficción
-Un mérito de la novela es que no se queda en la historia personal de los personajes, sino apunta una visión de lo que fue el país en esos años.
-Sí, allí aparece Manuel Dargento, (Manuel d’Ornellas), que es un periodista que se enfrentó a toda la fuerza del aparato montesinista en el control de la prensa. Su tragedia personal es la tragedia de cómo el montesinismo toma el control de la prensa, a través del chantaje político, campañas difamatorias, compra de líneas editoriales.
-¿En tu novela prevalece lo ético?
-Una buena novela se plantea lo ético, pero desde el punto de vista y con reglas de la ficción. No hay personajes buenos ni malos, todos tienen de luz y de sombra. El lector es quien le da el valor.
-Sé autocrítico, ¿con cuál te quedas, con De amor... o Las muertes...?
-La historia de los escritores es escribir novelas descollantes y buenas novelas. No todas las buenas novelas son descollantes. El tiempo lo dirá.
El dato
El autor. Víctor Andrés Ponce nació en Lima, en 1964. También es periodista. Ha publicado Los sueños quebrados (1995) Los aniquiladores (1999) y De amor y de guerra (2004).