Por Giancarlo Stagnaro
Fuente: El Peruano, Lima 13/10/08
http://www.elperuano.com.pe/edc/2008/10/13/esp.asp
Presenta libros de poesía en ediciones bilingües y de crítica sobre su obra. Despliega en sus textos una poética del espacio y la remembranza.
Los sentimientos y las emociones resultan decisivos en la formulación de una aprehensión poética del mundo. Para el escritor Manuel Pantigoso Pecero, la poesía es un ejercicio de autoconocimiento y autocrítica permanente. Es una voz que registra sensaciones y remembranzas, afianzándose frente a los vaivenes del mundo.
Precisamente, Pantigoso se ha visto resarcido en su continua inmersión literaria. El fin de semana que pasó, vieron la luz tres libros sobre su obra: Antología personal (edición bilingüe castellano-portugués), En-clave del sol del color (edición bilingüe español-francés) y el libro de crítica Zócalos y extramares, de la estudiosa Rosa Luz Miranda.
“Todo mi trabajo quiere captar las atmósferas y los ambientes basándose en sensaciones. No quiero reproducir nada que tenga que ver con realidades concretas, sino trasladar a la emoción, los sentimientos, una conciencia que va registrando el remanente de la sensación”, comenta el poeta.
Antología personal se origina en el prestigioso premio Thesaurus, otorgado por la Biblioteca Nacional de Brasil, la Universidad de Brasilia y la editorial del mismo nombre, con motivo de la primera Bienal de Poesía. Pantigoso es el primer poeta peruano en obtener dicha distinción.
En-clave del sol del color recopila los poemas que Pantigoso dedicara a su padre, el pintor arequipeño Manuel Domingo Pantigoso, en un libro publicado originalmente en Francia. En tanto, el estudio de Miranda devela las claves de una práctica que el propio Pantigoso define como “la poesía que me escribe”.
“Poetizar, en ese sentido, implica una elevación psicológica, un extrañamiento. A último momento ingresa una racionalidad, siempre por el oído, o una trascendencia; lo que uno está sintiendo que aparece en el texto. Me interesan las grandes metáforas, el descubrimiento en el propio lenguaje, la utopía, la travesía y el tiempo.”
Poética espacial
En su obra se despliega un estar en el mundo que se alimenta del mundo. “El ser es una condensación del espacio y el tiempo. En mi caso, necesito, como decía Bertolt Brecht, ‘ver el aire libre porque tengo el alma oscura’. Aunque tiendo al optimismo, sé que en la vida hay grandes zozobras y angustias. Ante la incertidumbre, uno se aferra a lo seguro del espacio, a la luz, a la alegría como construcción heroica.”
En ese sentido, Pantigoso hace suyos los magisterios de Octavio Paz y César Vallejo, que le otorgaron nuevas significaciones a las palabras y a las cosas. “Soy absolutamente dialéctico. No me permito ninguna cosa que yo sienta que se parece a otra. La poesía implica una penetración en la palabra, con lo que uno pueda encontrar y trabajar. Hay que recuperar la relación con la palabra. Volver con la palabra renovada.”
Datos
Manuel Pantigoso Pecero nació en Lima en 1936. Es representante de la Generación del 60.
Es miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua. Desempeña actualmente labores en la Universidad Ricardo Palma.
Desde su primer libro, Salamandra de hojalata (1977), combina el desasosiego, la nostalgia y el futuro.
También ha publicado Sydal (1979), Reloj de flora (1981), Contrapunto de la mitomanía (1982), Nazca (1986) y Arte-misa (1998), entre otros. Asimismo, ha escrito numerosas piezas teatrales.
Su obra crítica abarca títulos como Guillermo Ugarte Chamorro: el fervor por la investigación teatral y El ultraorbicismo en el pensamiento de Gamaliel Churata.
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