Por Gonzalo Pajares Cruzado
Fuente: Peru21, Lima 09/08/06
Marisa Mujica es filósofa, pero su amor por el arte es tan grande como el que siente por las ideas. Acaba de publicar Perú: 10,000 años de pintura, obra monumental con espíritu totalizador: reunir -en un solo volumen- la historia de nuestra pintura.
¿Cómo nace la idea de hacer el libro?
No existía un compendio que abarcara toda la historia de la pintura en el Perú y que incluyera la parte prehispánica. Siempre hemos visto libros especializados, pero no uno integral.
¿Cuáles fueron sus criterios para elegir pintores, obras, épocas?
He tenido un comité consultivo: Federico Kauffmann y Ramón Mujica para la época precolombina y el Virreinato, Luis Eduardo Wuffarden para la República. Además, Carlos Rodríguez Saavedra, Luis Lama, Juan Manuel Ugarte Eléspuru y Gustavo Buntinx. Se nos quedaron algunos pintores fuera -sobre todo modernos-, pero es inevitable.
¿La selección de las obras se hizo siguiendo solo criterios artísticos?
Elegimos pintores representativos de cada época. Con los modernos establecimos que tuvieran una obra coherente y consolidada y que su trabajo nos 'tocara', nos gustara estéticamente. Aparecen pintores jóvenes, los representantes de la corriente popular urbana, los de estética chicha.
¿Cuál fue la etapa cumbre de nuestra pintura? ¿Tuvimos varias?
Muchas, tanto desde la perspectiva occidental como desde la prehispánica. Hablamos de diez mil años. La pintura chancay, la técnica de 'aguja' paracas y los textiles wari son extraordinarios.
¿Fue valiosa nuestra pintura colonial?
Es la representación de nuestro mestizaje. Es excepcional porque sintetiza la unión de dos culturas: la indígena y la europea. Además, significó una revolución mental. ¿Usted se imagina lo que fue para los peruanos pintar, por primera vez, en un lienzo? Antes pintaban murales, ceramios. Modifican su tema: hacen arte religioso -como hizo Diego Quispe Tito-, pero con elementos de su cosmovisión: la Virgen es un Cerro, la trinidad tiene el mismo rostro.
Su libro muestra la 'herencia' del arte precolombino al arte contemporáneo.
Y no solo los peruanos lo tomaron como referente. Picasso -que fue amigo de mi padre- le dijo que se inspiraba en la cerámica moche y que pintores abstractos -como Miró- se apoyaron en el arte 'primitivo' peruano y africano.
¿Qué trae la República a la pintura?
Es otra revolución: de lo sagrado pasamos a lo profano. Dios se hace independencia; los santos, héroes. Es lo que pinta, por ejemplo, Gil de Castro, que se aleja de Europa y vuelve a su estética más plana, como la de Guamán Poma.
¿Nos llegaron tarde las vanguardias?
Yo veo desarrollos paralelos. Ahora, mucho influye el lugar de donde uno es: miremos el arte amazónico.
¿Qué tan importantes son Pancho Fierro y Guamán Poma?
Pancho Fierro tipifica lo que era el Perú. Su pintura es denunciatoria, humorística y extraordinaria. Guamán Poma hace 'crónica visual': su estética representa la cosmovisión indígena.
¿Qué piensa del indigenismo?
Fue muy importante. Aunque fue más un movimiento político que artístico.
¿Qué pintores peruanos del siglo XX considera fundamentales?
Mario Urteaga y Ricardo Grau. Y, claro, Emilio Rodríguez Larraín y Jorge Piqueras, quienes no han recibido el reconocimiento que su trabajo merece. Son extraordinarios.
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