Balmes Lozano Morillo
Entrevista a Balmes Lozano, autor de "Rocinante liberado"
Por Isabel Polo Gaona
Fuente: librosperuanos.com
Por Isabel Polo Gaona
Fuente: librosperuanos.com
¿Qué valor tiene la poesía en la vida cotidiana?
El mundo cambiaría bastante si todas las personas leyeran por placer (sin esperar beneficios inmediatos) un poema en las mañanas, antes de salir de casa, porque la poesía abre las puertas a la creatividad, rompe los esquemas repetitivos de las funciones técnicas, operativas, y otorga mayor amplitud a las emociones, al pensamiento, a la imaginación, a las proyecciones de lo que se quiere realizar. La poesía cumple un papel fundamental en la ampliación de la conciencia y en el desarrollo integral de las personas.
Tengo la impresión que muy pocas personas leen poemas. ¿Quiénes leen poesía? ¿Cuáles son sus motivaciones?
Las personas que leen poemas lo hacen por placer, sin esperar nada a cambio. En eso consiste la ruptura con los otros quehaceres de la vida. En cuanto a los pocos lectores, las redes digitales probablemente estén atrayendo a los posibles lectores de poemas, pero lo sorprendente es que ahora se publican más libros que antes.
¿Qué es la poesía? ¿Cómo la definirías?
No me atrevo a definirla. La poesía está en todas partes, en la pintura, en la música, en la arquitectura, en la escultura, en la literatura, en el cine, en las calles, en las tiendas, en la naturaleza, etc. Algunas personas la sienten con más intensidad que otras, pero todas perciben el aleteo de la poesía en su vida cotidiana, unos como receptores y otros como creadores.
Han pasado varias décadas desde que publicaste Tri X, tu primer libro de poemas, durante ese largo periodo, ¿has escrito poesía?
He leído poemas todo el tiempo y también he escrito algunos. Estoy por publicar “Amapola Catedral”, libro concebido como una unidad, pero tengo encarpetados muchos poemas sobre temas diversos. Más adelante, sin apuro alguno, los daré a conocer. En el 2006 publiqué Poemas de amor y rebeldía social. Poetas del mundo, antiguos y contemporáneos (en dos tomos), como resultado de un maravilloso viaje por los libros de poemas que duró varios años. Recorrí país por país disfrutando de sorprendentes hallazgos, y finalmente, los publiqué para compartirlos con los lectores peruanos.
Sobre mi largo silencio, tengo que declarar que no me considero un poeta como otros lo hacen y con razón. Yo no me dedico todo el tiempo a escribir poemas, por eso debo decir, como lo hacía un filósofo cuando le preguntaban ¿por qué escribe poemas?, y él contestaba: “soy pintor, pero por necesidad escribo poemas”. Tomando esta ingeniosa frase del filósofo, mi respuesta en esta ocasión sería: soy músico y docente, pero por una fuerte necesidad interior escribo poemas.
¿Cómo nació la idea de escribir un extenso poema narrativo?
Deseaba construir, por medio de la fantasía, una sociedad distinta a la que conocemos, donde cada individuo pueda desarrollar todas sus cualidades sin límite alguno. El lector dirá si lo he logrado o no.
¿Por qué el protagonista principal es el caballo?
Porque el caballo es considerado una herramienta de trabajo igual que el hombre en la visión de los empleadores. En el libro de poemas, el personaje Rocinante rompe el cerco de la esclavitud y busca un nuevo lugar para desplegar sus potencialidades, este hecho lo convierte en símbolo de la libertad. Ni con el gato ni con el perro hubiera podido construir esta representación.
El título del libro es impactante porque alude a la obra de Cervantes.
Rocín o jamelgo significa caballo flaco, casi siempre, por la pobreza en la que vive o por el maltrato de su amo. El título Rocinante liberado no tiene como referente principal la obra de Cervantes. La condición social de Rocinante y su anhelo de libertad adquieren, en el libro de poemas, mayor importancia que la palabra que lo nombra.
¿Consideras que Rocinante liberado es un poema épico, un canto a la libertad?
Algunos amigos opinan que Rocinante liberado es un canto a la libertad. Yo les contesto que sí, pero agrego que la libertad para Rocinante no es el punto de llegada sino la base fundamental para su desarrollo posterior.
El relato comienza cuando Rocinante se escapa del hipódromo y galopa sin parar por caminos y campos desconocidos hasta que, finalmente, llega a una extensa llanura donde encuentra que sus antecesores ya habían construido una sociedad sin rastros de esclavitud y explotación. En este nuevo contexto, Rocinante, al igual que todos sus compañeros, desarrollan sus capacidades físicas, sus sentidos, sus emociones, sus sentimientos, sus valores y sus pensamientos hasta niveles impredecibles, lo que antes, en su condición de subordinados no habían podido alcanzar.
En el territorio donde vive Rocinante parece ser que el objetivo principal de la educación es la formación y desarrollo de la conciencia, lo que me hace pensar que es un proyecto imaginario, utópico, irrealizable.
Es una proyección de lo que es posible realizar. Responderé haciendo una pregunta. ¿Por qué la educación en nuestra sociedad está orientada principalmente hacia el trabajo? La respuesta sin lugar a duda es porque los empleadores en todas las épocas de la historia han considerado que el hombre es una herramienta para generar riqueza. Ahora mismo, los dueños del capital, avalados por el Estado presionan constantemente para que los trabajadores obtengan certificados, diplomas, títulos, grados, es decir, para que incrementen su valor como herramientas de trabajo. Claro, estudiar es una condición indispensable para el desarrollo individual y también para el desarrollo de la sociedad en general, pero ya no se debe seguir educando al hombre como si fuera únicamente una herramienta de trabajo, porque este viejo concepto que se arrastra desde la esclavitud, frena la expansión de la conciencia hacia los campos no utilitarios, impide el desarrollo de las otras cualidades latentes y obstruye la formación integral de las personas.
Rocinante, precisamente, vive dentro de una sociedad cuyo fin supremo no es la acumulación de riqueza sino la plenitud humana en todas sus dimensiones.
La educación que se plantea en Rocinante liberado es muy sugerente, pero repito, es irrealizable.
No es irrealizable. En “La casa de todos”, lugar donde fue acogido Rocinante, leer y escribir no es indispensable en los primeros años, porque allí se prioriza la formación de la conciencia. La lectoescritura se aprende en un nivel posterior. En los años siguientes, las escuelas de arte y los talleres de producción se encargan de llevar a cabo una educación desescolarizada de alto nivel (las universidades han sido abolidas por generar desigualdades entre la población). Esta propuesta, no surge de la imaginación, de la fantasía. Se basa en una teoría de la educación cuya meta es la transformación de la conciencia en lugar de promover la competitividad en la producción y la acumulación de riqueza,
En “La casa de todos” existe una zona exclusiva para los talleres de música, de danza, de pintura, de teatro, etc., y otra para los talleres de producción, ¿por qué se le da tanta importancia a estas dos áreas?
Trataré de explicarlo, con el riesgo de empobrecer el concepto. Si una persona en un primer momento solo diferencia las voces de 20 instrumentos, y después de varios meses aumenta su campo de percepción a 50, luego a 100 instrumentos, es evidente que su experiencia sonora se ha enriquecido considerablemente. Y si logra diferenciar varios géneros musicales de su propio país y muchos géneros de otros países que antes desconocía, es porque sus códigos de percepción musical y también de goce estético se han incrementado. La expansión de la subjetividad humana se logra no solo educando los sentidos sino también el conocimiento. Sin duda, la poesía, la novela, la pintura, el teatro, la danza, la música, la escultura, y el cine son las áreas privilegiadas para el enriquecimiento de la subjetividad, pero la ampliación y desarrollo de la conciencia se da también mediante la investigación científica y la experimentación técnica, con una incidencia mayor en el pensamiento que en las emociones, los sentimientos y la fantasía.
En Rocinante liberado hay una crítica a la poesía que linda con lo ininteligible, pero por su carga metafórica y simbólica de los poemas no es fácil entenderla de inmediato, ¿está desafiando o criticando al canon?
No es un desafío, simplemente es una reflexión. En los poemas introductorios publicados con el nombre “Digo, es un decir”, presento con ironía los dos caminos contrapuestos pero conexos. Uno, el uso del azar en el proceso de la creación cuya ruta puede conducir involuntariamente al predominio de la irracionalidad y de lo ininteligible. Dos, la elección del tema como núcleo central en torno al cual el poeta puede realizar con total libertad sus exploraciones formales. Sobre este tema específico del proceso de creación en el área de la poesía he continuado reflexionando y escribiendo con gran preocupación. Tengo 12 poemas con el nombre de “Postales” que serán publicados en la parte introductoria de mi próximo libro “Amapola Catedral”.
¿Quiénes son los más grandes poetas peruanos de las últimas décadas?
Es difícil formular una respuesta totalizadora. Nombraré más bien a tres poetas de los años 60, que en mi opinión logran articular en sus poemas el pensamiento, el sonido de las palabras, los sentimientos y la sensibilidad social, con un elevado nivel de concreción estética. Ellos son Julio Nelson, Hildebrando Pérez Grande y Efraín Miranda. Hay otros más, pero prefiero nombrar como ejemplo solo a los tres.
Julio Nelson y Efraín Miranda han logrado romper la continuidad formal de la poesía aceptada y valorada por el canon para poder plasmar, en varios poemas, escenas recreadas del contexto social, y además, para expresar su rebeldía frente a la opresión. Hildebrando Pérez Grande logra lo mismo pero por otro camino, utiliza una depurada síntesis estética de su tiempo y proyecta con estos recursos su pensamiento y sensibilidad social en la misma dirección que los poetas nombrados anteriormente. Estos tres poetas, desde mi punto de vista, no conciben la poesía principalmente como un juego de palabras sino como un complejo proceso donde predomina la intencionalidad semántica y la búsqueda de recursos expresivos adecuados para transmitir lo sentido y lo pensado por el poeta. Es una opinión personal.