Por Isabel Cristina López Eguren
Fuente: Librosperuanos.com
Febrero, 2016
Acostumbrados a escuchar hablar de la poética de José María Eguren, poco se ha dicho y se conoce sobre su entorno familiar. Me refiero en este caso a su progenitor José María Eguren y Cáceda, proveniente de una familia numerosa compuesta por 13 hermanos. Uno de ellos, Baltazar, fue prefecto de la ciudad de Chachapoyas y expedicionario de la región del Marañón, como lo consigna el sabio italiano Antonio Raimondi. José María, hijo de Andrés y María Josefa, padre de origen vasco y madre peruana, nació en el año de 1824, en la ciudad de Chachapoyas, año en que se selló la independencia americana.
Contrajo nupcias a los 29 años de edad con la limeña Eulalia Rodríguez Hercelles en la iglesia de San Marcelo, con quien tuvo once hijos de los cuales sobrevivieron ocho, y quienes fueron: Rosalva, Esther, Susana, Angélica, María Luisa, Isaac Manuel (dueño de la Hacienda Chuquitanta), Jorge Luis (Diplomático y Jurista, quien participó en la defensa de Lima durante la Guerra del Pacífico) y el último de sus vástagos, José María, quien nació cuando su padre tenía la edad de 50 años; lo que sabemos gracias a su testamento redactado en Lima el 6 de junio de 1892, un día antes de su muerte.
Empezó a trabajar en el Congreso de la República del Perú en 1845, a la temprana edad de 21 años, cuando era Presidente del Perú don Ramón Castilla, iniciándose como amanuense tercero, calígrafo, taquígrafo; posteriormente sería nombrado Oficial Mayor Primero de la Secretaría del Senado en 1871. Durante su larga trayectoria en el Congreso tuvo ocasión de vincularse con grandes intelectuales de la época como Francisco García Calderón Landa, quien fue Presidente de la República y Rector de la Universidad de San Marcos; así como Manuel Candamo, quien se desempeñó como Ministro de Relaciones Exteriores y también Presidente del Perú. Dentro de su destacada labor como Senador por el departamento de Amazonas, Eguren y Cáceda formó parte de la Comisión de Demarcación Territorial conjuntamente con Francisco de P. Muñoz y don Raymundo Morales en el año 1888. Culminó sus funciones en el Congreso siendo Senador cumpliendo 47 años de servicios prestados al Parlamento peruano.
José María Eguren y Cáceda no alcanzó a ver al menor de sus hijos consagrarse como el único poeta simbolista que ha tenido el Perú, pues murió el 7 de junio del año 1892 en Lima en la llamada calle Belaochaga N° 150, cuando su hijo contaba con 18 años de edad y empezaba a soñar con aromas de abedul, playas de maravilla, reyes con lanza de oro, góndolas encantadas y brunas lejanías.