Por Ernesto Carlín Gereda
Fuente: El Peruano, Lima 05/02/10
http://www.elperuano.com.pe/edc/2010/02/05/cul1.asp
El historiador Joseph Dager analiza a una serie de colegas suyos del siglo XIX buscando el origen del proyecto de la nación peruana.
¿Cuál fue su objetivo con este libro?
–Lo que yo hago es analizar la obra de los autores del siglo XIX y rastrear en ella aquellas imágenes sobre el Perú como nación para demostrar que, así como estuvo en debate en la agenda política, también estuvo en debate en la agenda intelectual. Ahora, el concepto de nación actual es distinto al de esa época, en que el concepto surge de las elites pretendiendo incluir a los demás en una imagen. Eso no quiere decir que al resto se le considere políticamente. Lo que se hizo fue incluir a la población indígena como sectores subalternos.
¿Cómo se incluye a la población indígena en el proyecto de nación del siglo XIX?
–Si no estaban incluidos en el proyecto, uno no se explica por qué hay proyectos educativos para ellos, por qué se les prohíbe el quechua y se les impone el español. Por supuesto, no se valora la diversidad. Hoy en el Perú, los intelectuales y algunos políticos hemos comprendido que eso es una barbaridad.
¿La mala reputación del siglo XIX se debe al proyecto truncado en la guerra del Pacífico?
–Así es. Lo que dice esa tendencia es que el Perú como constructo cultural no está presente en la agenda ideológica del siglo XIX. Eso es parte de la mala fama. Pero a mediados de los años 90 esta versión se empieza a matizar. Los historiadores empezamos a mirar lo que hay, más que en fijarnos en lo que no se dio. Vemos el pasado con otros ojos y descubrimos que sí hubo un Estado, un proyecto educativo, un Manuel Pardo y el intento de crear la utopía republicana.
¿Varían mucho los hechos incluidos en la historiografía del siglo XIX a la actual?
–Claro que varían, sí. Pero yo creo que en el siglo XIX se siembra una base que es más o menos la misma que tenemos hasta hoy. Por supuesto hay hechos que no se investigaron y hay otros que hoy le damos una interpretación distinta. Pero son los historiadores del siglo XIX los que incluyen en la imagen general del Perú a los incas. Pero si analizamos, así como Pizarro no es peruano, tampoco lo es Huayna Cápac. Lo que hacen estos historiadores es peruanizar a los incas y crean un remoto origen para la nación.
¿La historia que se enseña en el colegio debe mucho a la historiografía del siglo XIX?
–Yo creo que sí. Hay muchas imágenes surgidas allí que fueron exitosas. Habría que replantear algunas cosas. Por ejemplo, sobre la guerra con Chile se debería hablar de las causas internas de la derrota.
Uno de los aportes de la historiografía del siglo XIX fue el surgimiento de la admiración al esplendor de la cultura incaica y la inclusión de la población indígena en el proyecto de país.