Por María Luz Crevoisier
Fuente: El Peruano, Lima 07/09/12
http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia-herencia-y-estirpe-48131.aspx
El intelectual cajamarquino Marco Antonio Corcuera legó a las letras no solo intensos poemarios, sino una actividad de promoción cultural a través de premios y trabajo editorial cuyo influjo se siente hasta hoy.
Existen contradicciones respecto a la fecha de nacimiento del poeta y abogado Marco Antonio Corcuera García. La Asociación de Poetas y Escritores de Cajamarca (Apecaj) y otras instituciones lo data el 19 de noviembre de 1917. Sin embargo, el propio Corcuera se encarga de aclarar este equívoco al decir "nací en la fecha 18, de un florido mes de mayo". Respecto al año, todos están de acuerdo, al final de la Primera Guerra Mundial.
Natural de Contumazá, Cajamarca, este fabulador (como lo denomina el escritor Eduardo González Viaña) neorrealista y nativista tuvo la virtud de convertir los paisajes e historias coloquiales de su terruño en hermosos cuentos y poemas. Hijo del jurista Óscar E.Corcuera Florián, quien era medio pariente del autor de Pastorala y otros cantos, Mario Florián, y de Teodosia Díaz Alfaro, tuvo como hermanos por el lado paterno a Óscar Corcuera Osores, exquisito pintor y fino poeta; a Arturo, el creador del Noé delirante, Premio Nacional de Poesía en 1963 y otras distinciones internacionales. El hijo de Arturo es el reconocido cineasta Javier Corcuera.
Marco Antonio vivió su plácida niñez y adolescencia entre las haciendas Cachil y El Salario; realizó sus estudios en Contumazá, Trujillo y Lima. En la Universidad de San Marcos hace su debut oficial como poeta en los Juegos Florales de 1940 y obtiene el primer premio con el poemario Semilla en el paisaje, presentado bajo el seudónimo 'Gabriel Martín'. Con él fueron galardonados también otros cajamarquinos, como Mario Florián, Julio Garrido Malaber y Napoleón Tello Rodríguez.
En 1955 contrajo matrimonio con la contadora trujillana Celia Magdalena García Granados, quien junto con sus cuatro hijos se ha encargado de recopilar, editar y difundir la obra de este ilustre contumacino.
Fue en la reciente edición de la Feria Internacional del Libro que la fundación bautizada con su nombre realizó la presentación de sus libros de cuentos El coronel Aniceto Hoyos y Los músicos de la aldea, acompañada por la exhibición audiovisual Marco Antonio Corcuera, viviendo en poesía. El evento contó con la participación de Eduardo González Viaña, Jorge Raffo Carbajal y Paúl Corcuera García.
González Viaña comentó que dejó un momento la construcción de su última novela (aún sin nombre, porque, como nos dijo, a los hijos no se les puede bautizar antes de haber nacido) para ponerle un poco de humor fino a la noche que se apuntaba fría y, de paso, hacer una hermosa evocación de ese querido tío al que conoció siendo niño y, ya adulto, se convertirìa en uno de sus mejores amigos y referente.
En 1951, el escritor del Cumbe, fundó Cuadernos Trimestrales de Poesía, que tuvo como colaboradores a Octavio Paz y Pablo Neruda, entre otros intelectuales de renombre. Como aseveró González Viaña, cumplió un importante papel, pues "en los tiempos de la censura y el silencio forzado de la España de Franco, la editorial Losada de Argentina y los Cuadernos Trimestrales en Trujillo fueron los portavoces de las nuevas y mayores creaciones poéticas en el idioma castellano".
Este gran difusor de la cultura creó en 1960 el concurso El Poeta Joven del Perú, en el que se dieron a conocer Javier Heraud, José Watanabe, César Calvo y otros más. La obra poética de Antonio Corcuera se resume en diez ediciones que contienen bellas creaciones, como Dos madres en mi recuerdo y En la cuesta. El poeta falleció en Trujillo en 2009, dejando un gran legado.
En la cuesta
En esa cuesta queda el ansia va el corazón a pie con su guadaña trina el pájaro ciego y Dios descalzo se levanta suda el lomo del asno cae el bastón delante y el hombre sube a trechos con su carga a la espalda
La cuesta enseña mucho ¡Todos deben subir a pie, la cuesta!.
Dos madres en mi recuerdo
Como dos gotas de agua con un solo y firme acierto el amor que no se acaba
Dos expresiones atentas dos extrañas animadas dos perfiles en alerta, tan cerca que se tocaban Berta y Teodosia, las dos me parece que las viera trajinando con amor sobre esta sufrida tierra.