Melacio Castro Mendoza
Entrevista a Melacio Castro Mendoza

Por
Fuente: Los Andes, Pun 07/09/13
http://www.losandes.com.pe/Cultural/20130907/74554.html

Su obra refleja realidades propias, las nuestras, las originarias; aquellas que conservan el aprecio foráneo, más que el interno. ¡Ironías de la vida! El autor ha recorrido el mundo, confrontando vivencias, enfrentando desafíos, amando más lo que llevamos en la piel, sin importar el color, por lo menos ese es su ideal y así lo plasma en sus letras. Melacio Castro retornó a Puno y antes de su nuevo trajín europeo pudimos conversar con él.

Melacio ¿qué te trae por Puno porque tú eres de Cajamarca?
Mis padres son de Cajamarca y estudié en la universidad de Trujillo, me gradué ahí, y ahí en la universidad descubrí que el Perú es multinacional y una de las culturas fundamentales es la cultura aymara ¿no?. Desde pequeño se me arraigó eso, desde que desperté esa especie de sed, de hambre, de ver, de comer, yo qué sé; de meterme, de sumergirme en las aguas de las culturas peruanas, pero dado mi origen de carácter pobre, de familia muy humilde, nunca pude llegar por acá. Pero por los años 80, exactamente en febrero de 1980, llegue por primera vez. Y descubrí que esto era, no una cosa pequeña sigo gigante y hasta hoy no alcanzo a abarcar todo.

¿Y qué te llama la atención en especial de los aymaras?
Su cultura en general, empezando por lo que ofrecen desde Sillustani, hasta la forma de vida en torno al Lago Titicaca, la mitología y la literatura y cómo los literatos dan a conocer esto.

Haciendo una comparación, digamos con las otras culturas, ¿tú encuentras algo interesante, algo diferente en el aymara?
Por supuesto, empezando por las personas mismas, la gente no tiene problemas con identificarse como negro, la sangre misma dice que es negro por eso no sienten el frío, en contrario a los que alguna vez nos contaron que tienen sangre azul y sienten el frío y son fríos por sí mismo, además nos discriminan. El negro en el caso aymara es un símbolo; lo negro que es tan hermoso para mí, pues sin negros en la noche qué sería de nosotros y en medio de la noche está la luna alumbrado, no me refiero sólo a la luna material, sino a la luna bueno de algún modo metafórico que se cierra, se concentra y se expresa en la cultura aymara. Lo específico del aymara es que en principio desgraciadamente nos dividieron ¿no?, en la parte peruana y la parte boliviana, pese a todo se mantiene una unidad de pensamiento.

Tú has escrito una novela, memorias de Modesto Julca, ¿esta memoria la has hecho inspirado en algunos pasajes de tu vida en el Perú,o esta es la vivencia en Alemania?
Ambas cosas, en principio debido a mi origen humilde nunca tuve la posibilidad de hacer los estudios de modo directo así en línea recta, primaria, secundaria, universidad ¿no?, hasta la secundaria lo logré con fuerzas personales, pero la universidad me fue imposible, tras dos años de estudios universitarios me llevaron a interrumpir mis estudios y abandonar el país.

¿Y cómo llegaste a Alemania?
En el contexto político en que vivíamos, me daba igual ganarme la vida, en el Perú, Ecuador, Guatemala, y me fui en busca de una utopía, buscando un país donde pueda ser posible una revolución y yo integrarme a ella y eso pues no sucedió, pero no me arrepiento, mi salida esa vez no me llevó a la revolución pero sí me llevó por el mundo. Conocí 48 países y terminé como última estación en España en la época de Franco, y la Policía de Franco ha sido la única que me pegó de verdad, me dio, pero como nunca nadie me había golpeado y bueno me olvide de eso y me fui a Mallorca y Mallorca es una isla que irrumpía hacia el turismo masivo; imagínate la cantidad de gente y ahí coincidían todas las culturas, encontrabas gente de todo el mundo.

Melacio además de escritor, ¿a qué te dedicas en Alemania?
Soy profesor, he vivido trabajando en el sistema pedagógico, enseño el idioma castellano, en los últimos años he disminuido las horas de trabajo y mi pasión es la poesía; esta novela “Memorias de M. Julca”, al inicio era un poema de 555 páginas, después de 555 páginas había perdido la perspectiva; entonces medio jugando le di vuelta empecé a transformar en prosa y bueno, caminó y se desarrolló y disminuyeron las páginas y resumió realidad y mitología.

¿Tu obra, la han leído más los latinos que viven en Alemania o los alemanes?
Aunque parezca mentira esta especie de literatura es más leída por los alemanes que por los latinos.

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